la virtud comía buenos modales
retazos de gestos bien amados
se hacía un collar de reverencias
y a solas exprimía
cual cítrico
cada uno de los dolores viejos
a medianoche despertaba
garganta seca ojos en rojo
buscando desesperada
algún exceso
desvaríos
servilletas mal dobladas
sábanas con sudores ajenos
algo que la resucitara